Dios creó un todo y lo llenó de vida; luego lo dividió en dos y cada una de esas dos partes reencarnó en dos seres diferentes.

Debería evolucionar cada una a través de vidas separadas.

Así nacieron las almas gemelas, ese es el concepto de su existencia y la razón del porqué están separadas.

Sin embargo, aunque nacemos en cuerpos diferentes, la unión de esas almas no termina jamás y a través de muchas reencarnaciones estaremos juntos, cada una en un escenario diferente, viviendo vidas paralelas, con las mismas experiencias; pero no nos reconocemos desde el primer instante porque nos falta más evolución y por eso necesitamos otras relaciones para experimentar. Pero el reencuentro, al final, es inevitable.

El encuentro de las almas gemelas se produce cuando ambas han alcanzado el nivel adecuado en que pueden valerse por sí mismas en soledad; cuando no necesitan de muletas y pueden ofrecerse libres y sin condiciones.

Hasta que no nos liberemos de las ataduras, los apegos, los miedos, las inseguridades, de cualquier cosa que nos impida amarnos a nosotros mismos y sentirnos libres, no podremos unirnos definitivamente con nuestra alma gemela en la misma dimensión de forma física.

En la relación entre almas gemelas no existen condiciones, ni luchas de poder, ni miedos, ni obstáculos, ni mentiras, ni nada de eso, sólo entrega de uno al otro y “necesidad” de darle a la otra parte todo el amor y apoyo que pueda.

Es importante tener esto muy claro. Si la persona que tú crees que es tu alma gemela no se manifiesta como acabo de describir ni tú tampoco, es que sois almas muy afines pero no gemelas, más adelante explicaré la diferencia. También la situación es un indicio: si no fluye con libertad y sin obstáculos no es una relación entre almas gemelas.

Contrariamente a lo que muchos piensan, o desean, alma gemela sólo hay una: es la otra parte que fue creada contigo y ningún otro ser puede ocupar su lugar, ni el tuyo.

En mis conferencias me encanta usar un ejemplo muy práctico para explicar esto. Es el siguiente:

Si tenemos un papel, no importa la forma que tenga, este simboliza la unidad de luz que Dios creó de sí mismo y que dividió en dos partes, una parte eres tú y la otra tu alma gemela. Haz la prueba, coge un papel y rómpelo por la mitad con las manos. Mira esas dos mitades. Coge otro papel igual y haz la misma operación. Observa esas dos mitades también. Se parecen mucho a las anteriores pero no son iguales. Si tratas de juntar una parte del primer papel con una del segundo (habiéndolos partido igual), por mucho que parezca que forman de nuevo esa unidad, por mucho que parezca que ambas se complementan, no es así, porque o sobresale un poco de papel en una de las partes o en la otra queda algún hueco sin llenar. Sólo una parte forma la unidad perfecta. Por eso sólo hay un ser que te complementa de esa manera y sólo tú complementas a un ser: a tu alma gemela.

Las almas gemelas están formadas por la misma esencia, tienen los mismos gustos, las mismas aptitudes, la misma vibración y sintonía, aunque dependiendo del momento en que se encuentren pueden jugar un rol u otro; por ejemplo, en estos momentos en los que nos encontramos tan importantes para la humanidad.

En este cambio cósmico donde la mayoría de las almas gemelas están en planos diferentes, aun teniendo la misma esencia, juegan roles diferentes porque para eso se ha pactado así antes de nacer; tienen una misión conjunta y cada una aporta una función específica e individual dentro de esa misión conjunta que tiene que ver con la Ascensión planetaria. Esto lo explicaré en el siguiente punto.

Si estás esperando el amor verdadero, debes activar ese reencuentro, manteniendo la fe en su llegada, tomando cada experiencia como un paso adelante, meditando, llamándolo y bendiciendo a ese ser que aún no conoces pero esperas; él también estará esperando por ti, viene a tu encuentro. 

Si aún no has encontrado a tu alma gemela, no te preocupes, llámala. Tu alma gemela también te busca y vendrá a tu llamada si le abres la puerta; aguarda con fe. Y esperar con fe es tener la absoluta certeza de que sucederá y de que esta vez será para siempre: ¡será un amor eterno!

* Extracto del libro: "ALMAS GEMELAS, EL REENCUENTRO" de Assaya e Yssuin.

==> PUEDES ENCONTRAR ESTE LIBRO, AQUÍ.

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